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La escuela del año 2018 debería distar mucho de la del 2009.
No puede ser que en un lugar dónde estamos trabajando CON y PARA los niños y niñas, un lugar dónde se está empezando a forjar el futuro de estos pequeños, tengamos que luchar, por ejemplo, para que nos arregle el ayuntamiento una gotera, un enchufe en mal estado, nos traigan material de aula nuevo porque el que tenemos está muy deteriorado, etc, etc, etc.
Estamos hablando de un colegio o escuela (este último término me gusta más).
En la escuela del 2018, lo primero que debería cambiar es este tipo de dificultades, porque no creo que sea nuestra misión batallar con ellas (al menos tanto y tan a menudo).

Después deberíamos hablar del respeto a las personas que forman la comunidad educativa, sobre todo los maestros. Hoy en día existe mucha falta de respeto social hacia la figura del maestro.

Ya en otro orden de cosas, la escuela debe desarrollarse y formarse para acoger las nuevas tecnologías. Todavía en muchos colegios estamos peleando por tener al menos un ordenador por aula.
Las posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías son infinitas. Deberíamos contar con un ordenador por alumno y por profesor, además de pizarras digitales en cada aula. No me quiero olvidar de la formación adecuado del profesorado para el uso de estas tecnologías.

En el año 2018 contaremos con aulas con espacio suficiente para los muebles adecuados a la misma y para hacer de la escuela un espacio acogedor y que cautive, porque no, a la vista.

Además las familias de los alumnos se darán cuenta de su importancia en la educación de sus hijos y serán cada vez más colaboradores y apoyarán más a los maestros, creándose un ambiente extraordinario de colaboración.

Otro aspecto que no quisiera olvidar es que los ayuntamientos no se olvidarán de los colegios y harán de ellos un espacio moderno y actualizado para el correcto desarrollo del proceso de ensañanza-aprendizaje.

Creo que todas estas cosas se pueden conseguir con un poco de esfuerzo de todas las personas implicadas, y no tendríamos que verlo como una utopía.